FIN DE LA NEUTRALIDAD EN LA RED
FIN DE LA NEUTRALIDAD EN LA RED
Uno de los principios básicos y fundacionales de Internet, la red más grande del mundo, no es otro que su neutralidad en cuanto a la transmisión de información. Desde su creación, el tratamiento de los 'bits' y datos que se transfieren a través de las redes había actuado de manera idéntica en todos los dispositivos, independientemente del uso que se diera a internet y del contenido de la información que se transmitiera. Hoy, en 2019, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump y su equipo de gobierno plantean cambiar esta normativa para crear diferencias a la hora de utilizar internet.
Este cambio propuesto supondría una revolución en las comunicaciones puesto que la conexión a internet dejaría de ser igual para todas las personas. Empresas grandes como Netflix que ocupan hasta el 40% de tráfico nocturno en EE.UU. pasarían a tener un acceso a internet de mejor calidad mientras que pequeñas empresas o negocios locales quedarían relegados a un segundo plano con conexiones más pobres. La medida trae consigo un dilema adicional ya que de fijarse diferencias y 'condiciones' para poder conectarse a la red ¿quién debería fijarlas? La respuesta tampoco está definida en absoluto. Hay quienes consideran que el gobierno de los respectivos países tendría que fijar las condiciones y los costes del acceso a internet pero también los ingenieros de telecomunicaciones, según otra visión, podrían ajustar los precios. Al fin y al cabo son los telecos quienes proporcionan las fuentes de conexión a internet y quienes se encargan del mantenimiento de este, por lo que sería lógico que decidieran qué porcentaje de los gastos de internet deben cobrar a las empresas.
Analizando el mercado de internet, a día de hoy ganan más dinero las empresas que trabajan a través de internet que los ingenieros en telecomunicaciones que 'producen' este internet. La situación está llegando a su fin y de implantarse esta medida y acabarse la neutralidad en la red probablemente los telecos serían los mejor parados, puesto que ganarían poder y toma de decisiones así como unos ingresos más altos. Quizá al ganar más dinero puedan desarrollarse y crecer mejor en un futuro haciendo crecer a internet aún más... aunque de momento, solo podemos asegurar que el fin de la neutralidad en la red favorecerá a las grandes empresas pero limitará el crecimiento de los pequeños negocios que difícilmente podrán conseguir las mismas condiciones en internet que las rivales multinacionales.
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