VÍDEOARBITRAJE
VÍDEOARBITRAJE
La historia del fútbol ha ido siempre acompañada de controversia, jugadas polémicas y dudosas y algunas cantadas históricas por parte de los árbitros como el famoso gol de Maradona en la final del mundial contra Inglaterra. Hasta hace relativamente poco, estos errores arbitrales eran habituales en partidos de todo tipo, desde en las canchas de los niños en los colegios hasta en los partidos de primera división. Eran considerados fallos propios del fútbol hasta que el VÍDEOARBITRAJE o denominado por sus siglas V.A.R. fue implantado por la F.I.F.A.
El VAR fue utilizado por primera vez en marzo de 2016, siendo este clave durante el mundial del 2018 y reconocido ese mismo año por la FIFA como sistema oficial de apoyo a los árbitros. El VAR varía según el estadio y el partido, pudiendo tener diferentes dimensiones y alumbrar variados ángulos de una misma jugada. Cuanta mejor calidad tengas las cámaras y mejor repartida estén, mejor trabajo ofrecerá el videoarbitraje. Su funcionamiento es simple, ante una jugada polémica el árbitro tiene la opción en todo momento de parar el partido y señalar el VAR (con un gesto de dibujar un cuadrado en el aire). Tras ello el árbitro se dirige a unas pantallas colocadas a pie del estadio en las que se reproducirá la jugada anterior de diferentes ángulos e incluso a cámara lenta, lo que permitirá al árbitro sancionar de una forma correcta o evitar la sanción y dejar seguir el partido de forma segura y acertada. Pese a todo ello, el VAR aún puede fallar, por lo que en mi opinión, siempre quedará un margen de error que cubra el árbitro en cada partido, siendo este el decisor real de todas las jugadas, ya que puede no hacer caso al VAR o malinterpretarlo.
Al margen de jugadas que den lugar a dudas, la tecnología del VAR le permite establecer un sistema de posicionamiento entre la defensa de ambos equipos. Las cámaras están compuestas por láseres y otros sensores que persiguen constantemente al balón y siguen el recorrido de los futbolistas, lo que les permite captar y marcar un fuera de juego instantáneo sin dar lugar a dudas. Su tecnología es tan precisa que pueden percibir una infracción de ‘offside’ aunque se trate de pocos centímetros. El árbitro recibe un pitido que le informa del fuera de juego, para lo que no tiene que juzgar nada, tan solo pitarlo. Es una jugada objetiva. El VAR ha conllevado la llegada de la objetividad al fútbol.
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